Luis GSA de paseo... por el Norte.

24 de Marzo. La primera toma de contacto del viaje. Cena en Goizeko y hablar por hablar... Nadie pensaba que esto iba en serio!!! Aquí se empieza a ver quiénes vamos, cuántos días disponemos y cómo se hace el viaje. Por fin el 6 de Mayo, en el desayuno se decide que a pesar de las bajas y de ser solo tres, se sigue adelante con el viaje. Ese mismo día la moto a revisión, se compran los billetes y se organiza todo.

Por fin llega el día.

17 de Mayo. Todo empieza. Ya no hay vuelta atrás. Las motos van hacia Vigo.

Llegada a Vigo.

Embalaje para su transporte.

Las tres motos en sus cajas en la bodega del barco.

Listas para su periplo noruego.

El barco.

En sus entrañas están nuestras amigas.

El desembarco.

En Andenes, Islas Lofoten, Noruega.

Y finalmente!!!

Llegada a Andenes!!!

Andenes a las dos de la mañana.

Parrila de salida.

De Andenes a Melbu.

Hacia el Sur.

Será que les gusta el bacalao???

Seguimos hacia Melbu.

Un desvío hacia Melbu.

De camino a Svolvaer.

De Melbu a Svolvaer.

Melbu.

Desde el primero de los numerosos ferries que tomaríamos en el viaje.

Svolvaer.

Más Svolvaer.

Cena en Svolvaer, en el Anker Brygge. Cordero!!!

Según parece el cordero es un plato típico. A lo largo del viaje pudimos ver muchos en el camino.

Y otra mas de Svolvaer.

Enfrente el "Bacalao", estupendo sitio donde tomarse una copa.

De Svolvaer a Henningsvaer, pueblo pesquero muy recomendable.

En muchas ocasiones el asfalto se convertía en ésto.

Henningsvaer.

Un alto en el camino hacia Aº.

Y bañito en las "cálidas" aguas del fiordo.

De camino a Aº.

Después del baño y con fuerzas renovadas.

Panorámica de Aº

El extremo más al sur de las Islas Lofoten que se puede llegar por tierra. Aquí se acaba la carretera.

Aº.

Un poco de pasado "Vikingo".

De Aº a Narvik.

Un alto en el camino.

"In Memorian"

En recuerdo a la batalla de Narvik contra los alemanes en la II Guerra Mundial.

Narvik.

Y de Narvik a todas partes.

Narvik de noche.

A la una de la mañana. De la mañana!!! No de la tarde.

Dejamos Narvik hacia Alta.

Desgraciadamente Fran no puede seguir viaje con nosotros y ha de volver a Andenes. Una pena. Nos acordamos de él en todo el resto del viaje, pues es nuestro "Road leader". A partir de aquí empiezan a abundar estas señales. Hemos cambiado la compañía de los corderos por la de los renos. Mucho más peligrosos ya que se cruzan sin previo aviso.

De Narvik a Alta.

Dejamos los fiordos para adentrarnos en la tundra.

Badderen.

Llegando a Alta.

Alta.

Ya queda menos...

Compañeros de viaje.

Algo habitual a medida que nos vamos acercando a la meta.

Honningsvag.

Ultimo pueblo antes de llegar a Meta.

NORDKAPP!!!

Y finalmente llegada a la ansiada meta. CABO NORTE.

En la Entrada.

Como para quitarse el casco...

Manuel en el fin del mundo.

Fresquito, bajo cero y un viento de muchas narices...

Y el que subscribe en la famosa "bolita".

El frío y viento aconsejan un cafetito caliente dentro del complejo.

Y más allá... Nada!!!

Tuvimos mucha suerte. El buen tiempo nos acompañó en todo el viaje. Pero teníamos un temor. Todo aquél con el que nos cruzábamos nos comentaban que a partir del túnel que comunica con la isla de Mageroya, donde se encuentran Honningsvag y Nordkapp, estaba todo cubierto por una densa niebla que lo cegaba todo. Por la mañana dicha niebla seguía persistente. Pero por la tarde cuando llegamos nosotros, radiaba el sol. SUERTE que tuvimos.

Y toca regreso a Alta.

No nos quedamos a dormir en el camping de Nordkapp y decidimos regresar a Alta. Esta etapa se me hizo dura por el terreno, muchos tramos sin asfalto, el frío, el fuerte viento, y la soledad. Muchas horas en moto sin ver ni un alma. Es lo especial del viaje, pero también duro. Desde aquí quiero dedicarle un recuerdo a J. L. Marco.

Dejamos Alta para dirigirnos a Tromso.

Ya nos hemos recuperado del frío y retomado fuerzas.

Llegando a Olderdalen.

Para coger el ferry que nos llevará a Lyngseidet.

Tromso.

La capital del Norte. Por fin aquí vimos gente paseando por la calle como cualquier otra ciudad europea. Además había un montón de convenciones y congresos con lo que estaba a tope. Tanto, que no encontrábamos nada para dormir. Pero otra vez la suerte estuvo de nuestro lado y gracias a un gran samaritano, Erik, que nos cedió su habitación, pudimos dormir.

Más Tromso.

Aquí llegan un sinfín de ferries a ver los fiordos.

Esperando al ferry que nos llevará desde Senja a Botnhamn.

Quizá el tramo más duro del viaje. No el más largo pero sí el de peor estado. Asfalto que no merece ese nombre, túneles impresionantes por sus baches, charcos, pendientes, estrechez y obscuridad. Curvas y más curvas a cuál más cerrada y pendientes impresionantes. Eso sí, paisajes espectaculares.

Y por último el ferry que nos llevará de Gryllefjord a Andenes. Final de nuestro viaje.

Este es el único ferry en el que nos hacen atar las motos por su oleaje. Un trayecto agridulce por ser el final de nuestro periplo por Noruega.

Navegando rumbo a Andenes.

Punto y final.

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